En las profundidades de Cantabria, un viaje hacia Bárcena Mayor no solo implica un salto atrás en el tiempo, sino también estar inmerso en el Parque Natural Saja-Besaya donde la modernidad apenas ha rozado la superficie.
Nuestro viaje comenzó desde el aparcamiento municipal, el punto final para cualquier visitante motorizado. Aquí, los coches ceden su lugar a un entorno más amable y humano. Al avanzar hacia el pueblo, las estructuras modernas dan paso a un paisaje dominado por la arquitectura montañesa que ha definido esta área durante siglos.
Caminar por Bárcena Mayor, uno de los pueblos más bonitos de España, nos resultó tan parecido a hojear un libro de historia en tres dimensiones. Las calles empedradas serpentean entre edificaciones que han resistido el paso del tiempo. La calle La Calleja y La Larga, por ejemplo, son más que simples vías de tránsito; son arterias de una vida comunitaria que ha pervivido a lo largo de los siglos. A medida que deambulaba, cada rincón revelaba partes de su pasado: desde la antigua escuela hasta el lavadero comunal, pasando por la Casa Rectoral y diversos ejemplos de casonas montañesas.
La arquitectura de Bárcena Mayor es un testimonio de la adaptación y el ingenio humano. Las casas, con sus distintivos balcones de madera y tejados de teja, están construidas con una mezcla de piedra y mampostería que habla tanto de la abundancia de recursos naturales como del arte de los constructores locales. Es imposible caminar sin el deseo de fotografiar las flores que adornan los balcones.
En el camino nos detuvimos frente a la Iglesia de Santa María que con su arquitectura románica nos atrajo para admirarla.
Perdido entre naturaleza
El entorno natural de Bárcena Mayor es tan impresionante como su arquitectura. Rodeado por el extenso hayedo de Europa, el pueblo es un punto de partida ideal para explorar el Parque Natural Saja-Besaya. Los senderos bien marcados invitan a los visitantes a perderse en la belleza serena de los bosques de robles, hayas y abedules, donde la paleta de colores cambia con las estaciones.
Su ubicación es única, algo que quizá no agrade al visitante que no disponga de un coche para llegar a este pueblo alejado de todo. Sin embargo, Bárcena Mayor es un destino que no solo se visita, sino que se experimenta con todos los sentidos.
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