Cantabria, una joya en el norte de España, es un destino irresistible durante todo el año. Ya sea que estés interesado en el mar, las montañas o el patrimonio histórico, esta región seguro tiene algo para ti. Descubre qué hacer en cada estación del año en Cantabria.
🌺 Primavera: Naturaleza renaciente
En primavera, Cantabria se enorgullece de su estallido de colores y aromas. Es el momento perfecto para explorar sus senderos de montaña mientras la naturaleza se renueva. ¿Qué tal una caminata por los Picos de Europa o una visita a los valles verdes de Liébana?
Además, si te gustan los animales y los paisajes envidiables, puedes visitar el Parque de la Naturaleza de Cabárceno y aprovechar para recorrer sus recintos, hacer algún pícnic en familia o con amigos, disfrutar de la naturaleza y maravillarse con sus desfiladeros o la vista desde el teleférico.
En caso de que estés interesado en explorar el patrimonio histórico y su relación con la naturaleza, no puedes perderte Bárcena Mayor. ¿Sabías que es el único pueblo habitado del Parque Natural Saja-Besaya? Aquí tendrás la oportunidad de pasear por sus calles empedradas sin perder de vista el parque natural más extenso de Cantabria.
🏖 Verano: Playas, surf y gastronomía marinera
El verano trae consigo días cálidos y noches frescas en Cantabria. Es la temporada ideal para disfrutar de sus hermosas playas, donde puedes tomar el sol, practicar surf o simplemente relajarte con el sonido de las olas. Descubre joyas como la playa de El Sardinero en Santander o la playa de Berria en Santoña. Y, por supuesto, no te marches sin probar las delicias gastronómicas del mar, como las rabas o los pescados frescos.
Si tienes ganas de ponerte las botas de senderismo, puedes atreverte a llegar hasta el Faro del Caballo en Santoña. No te mentiré, es una ruta dura, pero que vale la pena sin lugar a duda. Antes de llegar al faro te toparás con los 763 escalones de bajada (recuerda que tendrás que subirlos de nuevo para regresar) y una vista espectacular de las aguas turquesas del Cantábrico. Para los menos aventureros, también puede visitarse en barco o kayak.
Para los más pequeños, un plan interesante puede ser conocer más sobre la fauna y la flora marítima de Santander en el Museo Marítimo del Cantábrico, situado entre la playa de los Peligros.
🍂 Otoño: Colores de ocre, setas y tradiciones rurales
El otoño transforma el paisaje de Cantabria en una paleta de colores cálidos y dorados. Es la temporada perfecta para sumergirse en sus bosques y disfrutar de la recogida de setas, una actividad muy popular entre los lugareños y visitantes.
¿Sabías que puedes perderte en un bosque de secuoyas originarias de California (Estados Unidos)? En el Monumento Natural de las Secuoyas del Monte Cabezón, apenas a unos kilómetros de Comillas y de Cabezón de la Sal, crecen aproximadamente unos 850 de estos ejemplares desde 1940. Debido a que su altura ronda los 50 metros, no podrás evitar en la grandeza de la naturaleza
Además, no te pierdas una de las tradiciones rurales más arraigadas: la fiesta del orujo en Potes. Esta fiesta de Interés Turístico Nacional se celebra el segundo fin de semana de noviembre en la capital de la comarca del valle de Liébana y revive la tradición del destilado del orujo acompañado de música y diversas actividades.
🎿 Invierno: Nieve y cocido montañés
Con la llegada del invierno, Cantabria se cubre de un manto blanco que la convierte en un destino mágico. Es el momento ideal para disfrutar de los deportes de invierno en la estación de esquí de Alto Campoo.
Después de un día en la nieve, qué mejor manera de calentarse que con un reconfortante plato de cocido montañés, el plato estrella de la temporada. Y para sumergirse aún más en la cultura local, nada como asistir a las festividades navideñas en los pintorescos pueblos cántabros. Un paseo por Santillana del Mar con sus luces navideñas y su arquitectura te harán sentir que estás en un pueblo de cuento.
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