El pasado 27 de febrero, la ciudad de Santander recibió a dos pianistas excepcionales: Gustavo Díaz Jerez y Javier Negrín. Juntos interpretaron una versión única de la Novena Sinfonía de Beethoven, en una transcripción hecha por el compositor y pianista Franz Liszt.

Música y vistas al mar

Desde el primer movimiento, se pudo sentir la energía y la emoción que transmitían ambos intérpretes, quienes lograron transportar al público a través de los sonidos de sus pianos. 

La atmósfera en el auditorio, que incluía una privilegiada vista al mar envuelto en el color de la noche, era de completo silencio y atención, como si cada uno de los asistentes quisiera saborear y disfrutar de cada nota y cada matiz de la música. Pero a medida que avanzaba el concierto, la emoción se iba apoderando de todos, al punto de que algunos no pudieron resistir la tentación de aplaudir incluso antes de tiempo.

El especialista Esteban Sanz Vélez fue el encargado de guiar a la audiencia en esta experiencia única y memorable, destacando la complejidad y la belleza, así como la historia que envuelve a la pieza.

La obra de Beethoven

La Novena de Beethoven es una de las obras más importantes de la música clásica y sin duda una de las más emotivas. Escrita entre 1822-1823 y estrenada en 1824 en Viena, esta sinfonía se caracteriza por su sublime final, donde se incorpora la Oda a la Alegría del poeta alemán Friedrich Schiller. Esta pieza se ha convertido en un símbolo universal de la paz, la libertad y la fraternidad.

La transcripción de Liszt

Pero, ¿cómo es posible interpretar una obra sinfónica con solo dos pianos? Esto es lo que hizo Liszt en su transcripción para piano. El compositor húngaro revolucionó la música clásica del siglo XIX al conseguir transmitir, a través de este, la emoción de la voz humana, la magia de los instrumentos de la orquesta y, además, agregar nuevos colores y brillos.

Este concierto fue una oportunidad única para disfrutar de una obra maestra de la música clásica. La emoción, energía y pasión que transmitieron durante su interpretación dejó a todos los asistentes con un sabor de boca inolvidable. Además, Negrín sorprendió al público y a Díaz-Jerez, al tocar «Cumpleaños Feliz» en honor a su compañero. Sin duda, un concierto para emocionarse.