Desde la infancia descubrió su amor por la pintura, pero fue durante la pandemia cuando comenzó a utilizar este tipo de técnica. Más tarde comenzó a llevarlas consigo durante los fines de semana y las vacaciones para pintar al aire libre, al tiempo que fue encontrando su estilo artístico, el cual define como espontáneo y colorido.

Aunque viajar y pintar suena como la aventura perfecta, la artista también ha tenido que enfrentar muchos desafíos, como el clima, la búsqueda de un buen lugar para pintar y el tiempo limitado. Sin embargo, siempre mantiene una actitud positiva: «Incluso si la pintura final no es perfecta, siempre guardo un buen recuerdo del proceso».

La artista italiana ha comenzado su viaje en México porque estaba interesada en descubrir la cultura de América del Sur. Su experiencia más memorable fue pintar en la base de una cascada en Colombia, donde la fuerza del agua y el viento crearon un ambiente difícil para pintar. 

Asimismo, ha admitido que su obra favorita hasta ahora es la de Machu Picchu, en Perú. No por el resultado, sino por el significado que tiene para ella. «Estar allí, pintando frente a esta impresionante ciudad antigua enclavada en las montañas, ¡fue surrealista!» Además, ha relatado que durante todo el camino hasta Machu Picchu estuvo lloviendo, pero al llegar a la cima el clima mejoró. «La montaña y la ciudad estaban ocultas por nubes que se alejaron lentamente revelando la belleza del lugar. Solo tuve una hora para terminar mi pintura hasta que comenzó a llover de nuevo. Me siento realmente agradecida por esta experiencia».

¿Cómo ha cambiado su vida?

Su estilo de vida actual le ha enseñado a plasmar lo que observa con unas pocas pinceladas, de esta forma puede disfrutar de los lugares que visita. Además, al ser una actividad que suele provocar curiosidad, su timidez se ha ido desvaneciendo al convivir con la gente local que se acerca a verla pintar. Lo que en un principio la incomodaba, se ha convertido en una forma muy agradable de conocer y charlar con los lugareños, quienes siempre tienen palabras agradables para ella y su trabajo.

Por otro lado, ha hablado sobre cómo viajar por todo el mundo la ha ayudado a entender mejor las diferentes culturas y costumbres. De igual forma, le ha enseñado que, independientemente de dónde venga la gente, todos somos iguales. 

En cuanto a su arte, la artista espera que sus pinturas transmitan las emociones que siente cuando visita nuevos lugares y que inspiren a otros a hacer lo mismo.

Para aquellos interesados ​​en seguir los pasos de Elisabetta, ha aconsejado que simplemente lo hagan. Recomienda a cualquiera que viaje y descubra nuevos lugares y realidades, ya que esto ayuda a las personas a crecer como seres humanos. Además, considera que pintar mientras se viaja hace que el viaje sea más disfrutable y memorable.

Después de pasar 9 meses en América Latina, actualmente se encuentra en el Sudeste Asiático. «Esta segunda parte de mi viaje acaba de comenzar, así que seguiré viajando durante el resto de este año por esta hermosa parte del mundo», ha concluido.