Con una vida marcada por el amor al arte y la búsqueda de la autenticidad, Evgenia Pyak (@genpy), nacida en Tashkent, Uzbekistán, ha recorrido un largo camino hasta llegar a convertirse en la mujer y artista que es hoy, afirmando encontrarse en un punto perfecto de su vida.
Desde su infancia, Evgenia mostró una inclinación natural hacia el arte, influenciada por una profesora dedicada que la guio en el camino del dibujo académico. Sin embargo, su viaje hacia el mundo del arte no fue lineal; después de mudarse a Moscú y posteriormente a Alemania, Evgenia se vio inmersa en una carrera en el sector financiero, dejando temporalmente de lado su pasión por el arte. Fue con el nacimiento del primero de sus dos hijos que redescubrió su verdadera vocación al darse cuenta de que su tiempo era muy valioso. Dejó atrás el mundo corporativo para abrazar nuevamente sus pinceles y lienzos. «Hace casi dos años que nos mudamos a Santander y que dejé mi trabajo. ¡Nunca es fácil empezar, pero no lo cambiaría para nada!», afirma.
Para Evgenia, el arte va más allá de la mera representación visual; es una forma de conectar con las emociones, la esencia y el alma de su objeto. Sus obras, predominantemente realizadas con acuarela, reflejan su fascinación por la vida en todas sus formas, desde la expresividad de las personas y los animales hasta la imponente arquitectura. La elección de la acuarela como su medio principal se debe a que «tiene mucho carácter y no es una herramienta, es tu compañera».
Desafíos y triunfos en el mundo del arte
A pesar de su amor por el arte, reconoce que el camino del artista no está exento de desafíos. La gestión administrativa, el trabajo en redes sociales y otros aspectos no relacionados directamente con la creación artística, pero igual de importantes, pueden resultar agotadores.
No obstante, reconoce haber aprendido de arte que no siempre se puede ser perfecta y que incluso esa perfección puede llegar a ser aburrida. «Aprendí que puedo ser auténtica y mostrar mis emociones», comenta. Además, se dio cuenta de que la vida es corta y solo una. «Eligiendo el arte y la creatividad, dirijo mi vida y no dejo que otros lo hagan».
Inspiración y enseñanza
Más allá de su propia práctica artística, Evgenia Pyak encuentra una profunda satisfacción en compartir su conocimiento y experiencia con otros. Todo comenzó con el proyecto «El Rincón Creativo», una tienda de arte efímera que abrió en Santander junto con Lucía Moure y Paula Espinosa de los Monteros. Las tres crearon una nueva comunidad a través de un emprendimiento en el que destacaban los productos artesanales de las creadoras y otras marcas locales como ilustraciones, joyería, botánica, textil, decoración, entre otras cosas.
«El Rincón Creativo me ha dado el empujón que necesitaba», admite. Durante el segundo mes del proyecto y después de haber cerrado, comenta que convenció a sus colegas para dejarlo abierto y crear más actividades para animarlo. «En un mes impartí 6 talleres y fueron un éxito. Comprendí que me encanta enseñar todo lo que he aprendido en todos estos años. Así que la enseñanza va a formar parte de mi carrera artística». Es por ello que Evgenia nos adelanta que «El Rincón Creativo» reabrirá sus puertas.
Con una formación como profesora de inglés, Evgenia ha fusionado su pasión por el arte con su habilidad lingüística y ahora que es consciente de su pasión por la enseñanza, ha iniciado un nuevo camino en su vida ofreciendo cursos para niños que combinan el aprendizaje del idioma con la expresión creativa. «Cada niño es un mundo y creo que es muy importante trabajar con ellos desde pequeños y darles confianza en sus puntos fuertes», explica.
Entre sus proyectos individuales también destaca un curso de dibujo y acuarela para jóvenes y adultos, así como ilustraciones y retratos para bodas.
Además, Evgenia también es miembro del grupo Urban Skechers Cantabria, una comunidad que le proporciona la oportunidad de pintar en lugares inspiradores junto a otros artistas. Esta colaboración ha sido una fuente de enriquecimiento para su práctica artística, brindándole nuevas perspectivas y conexiones significativas en el mundo del arte local. «Por ejemplo —cuenta— el jueves pasado pintamos el casco viejo de Santander con el grupo como parte del bonito proyecto Arte Peatonal. Nuestros trabajos están colgados en La Ruta del Vino».
Finalmente, recuerda que «el arte nos hace feliz, nos relaja y cura. Pintar y dibujar es lo que aconsejo a todos, aunque sea solo para vosotros mismos».
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