Los ingenieros civiles son los responsables del diseño, construcción y mantenimiento de la infraestructura que utilizamos a diario, como edificios, puentes, carreteras y sistemas de agua y alcantarillado. Su trabajo es esencial para el progreso y el desarrollo de una sociedad, y su estilo de vida a menudo refleja la importancia de su trabajo.

Desde pequeño, William siempre tuvo interés en el dibujo y el campo, lo que lo llevó a estudiar ingeniería civil. En una época en la que las oportunidades de estudio eran escasas, el ingeniero optó por estudiar un bachillerato técnico en topografía para luego entrar a un tecnológico a estudiar su carrera.

Su trayectoria profesional comenzó en el sector privado desde el tercer semestre de la carrera y luego incursionó en el sector público. Después de trabajar en ambos se sintió más atraído por el primero. Fue entonces cuando un amigo le ofreció asociarse para formar FECA CONSTRUCTORA, S.A. DE C.V. y trabajar en la construcción de escuelas para el sector público.

Para William, uno de los mayores desafíos en la construcción es terminar las obras a tiempo. Durante la temporada de lluvias, los materiales pétreos escasean y esto puede repercutir en atrasos en la ejecución de los trabajos. Por este motivo, William y su equipo siempre calendarizan la entrega de los materiales para que no afecten la entrega de las obras a tiempo.

En cuanto a su filosofía de negocio, el ingeniero cree que las cosas se deben hacer bien desde la primera vez. Para ello, es importante contar con valores como la honestidad, la sinceridad y la honradez. «Si tú mezclas todos ellos y predicas con el ejemplo, siempre vas a tener en tu plantilla laboral gente que te respalde para hacer las cosas bien y de calidad», ha destacado.

Balance entre trabajo y vida personal

Para mantener un equilibrio entre su trabajo como ingeniero civil y sus actividades personales, William trata de no mezclar ambas, ya que «a cada cosa hay que darle su lugar y su tiempo».

En cuanto al estilo de vida de un ingeniero civil, William ha afirmado que no es posible generalizar en ese aspecto. «Puede ser tranquilo y desahogado cuando ya has alcanzado cierto tiempo trabajando y te has hecho de algún prestigio gracias a tu trabajo»; sin embargo, ha admitido que al principio puede ser un poco difícil porque a penas se está iniciando y aún no se tiene un currículum.

Después de un largo día de trabajo en la construcción, la actividad favorita de William para relajarse es llegar a casa a comer y tratar de dejar los pendientes para el otro día. Le gusta ver el televisor, escuchar las noticias, y en el trayecto a su casa escuchar música.

La influencia de la carrera en la perspectiva de la vida

El ingeniero ha destacado que, conforme se crece en la profesión, se empiezan a conocer más personas y a relacionarse con otros círculos sociales, lo que amplía la visión sobre la vida. Además, al tiempo que se comienza a valorar el trabajo como una herramienta para vivir, también se toma conciencia de que fuera de ese círculo hay muchas otras cosas que disfrutar, como los paseos y los viajes. Por lo tanto, se ve la vida de manera diferente y se toman decisiones pensando en el futuro, tanto propio como el de la familia.

Por otro lado, ha afirmado que la lección más importante que ha aprendido es que se deben poner todas las ganas para trabajar y no ser uno más del montón. De esta manera, al cosechar los frutos, se convierten en alegrías, comodidades y sobre todo, en un entorno de salud y seguridad para la familia. 

Finalmente, el ingeniero civil ha ofrecido un consejo para aquellos que quieran emprender en el sector de la construcción: «No lo piensen dos veces. Todo sacrificio tiene su recompensa, pero se deben tener valores para hacer las cosas bien y no engañar a nadie». Aunque al principio sea necesario esforzarse al 100% e incluso un poco más, todo vale la pena cuando se empieza a disfrutar y cosechar lo que se sembró con el trabajo.