En el corazón de Cantabria, a escasos 15 minutos de Santander, se alza La Picota, una montaña modesta en altura pero grandiosa en belleza y misterio. Este lugar no solo ofrece algunas de las vistas más espectaculares del litoral cántabro, sino que también esconde secretos históricos.
La ruta hacia la cumbre de La Picota es accesible y apta para toda la familia. Con varias opciones para subir, elegimos comenzar desde Mortera, donde el camino, mayormente una pista fácil, nos permitió disfrutar del entorno sin grandes dificultades. Aquellos que buscan un poco más de aventura pueden optar por la ruta desde los Pinares de Liencres, que ofrece un camino más exigente y, por supuesto, igualmente gratificante.
Al llegar al inicio de la ruta nos encontramos con una puerta verde que nos da paso a la pista ascendente. Siguiendo las indicaciones, nos desviamos a la izquierda en la primera bifurcación, adentrándonos en un sendero que nos conduce a un pequeño collado. Aquí, un banco nos invita a detenernos y maravillarnos con las vistas antes de continuar nuestro ascenso hacia la cima, convirtiéndose en a penas un anticipo de lo que aguardaba más arriba y motivándonos a explorar más.
A pocos metros de este reposo, alcanzamos la cima del Monte La Picota. A 240 metros sobre el nivel del mar, ofrece un espectáculo visual difícil de describir. La mirada se extiende desde la Desembocadura del Río Pas hasta el Parque Natural de las Dunas de Liencres y la Playa de Valdearenas. Es un lugar donde cada vista es un cuadro viviente, y el horizonte parece fundirse con el mar Cantábrico.
No es de extrañar que este lugar sea un favorito entre los locales y visitantes por igual. En la cima, también se encuentran las ruinas de un castillo del siglo XIII, varios búnkeres y nidos de ametralladoras de la Guerra Civil, añadiendo un toque de historia al impresionante paisaje natural.
Como muchos de los sitios destacados de Cantabria, en La Picota, la naturaleza y la historia se entrelazan, creando un destino que cautiva los sentidos y la imaginación de todo aquel que lo visita.
Deja una respuesta